Correr de noche. Frontales: un diseño equivocado

No es que tenga una gran experiencia en lo que a correr de noche se refiere. En total lo habré hecho una docena de veces. Pero mi experiencia siempre es la misma: si llevo el frontal en la cabeza (para eso se supone que está pensado), me voy tropezando con todas las piedras. En cambio, si lo cojo con la mano, y lo llevo a la altura de la cintura, aparecen las benditas sombras, las piedras se hacen visibles, se acabaron los tropiezos.

He tratado de ilustrarlo con la siguiente infografía:

Estoy muy verde en correr de noche, pero algo entiendo de fotografía y de las cualidades de la luz. La luz frontal (como la que emite una linterna frontal en tu frente, o el flash incorporado de una cámara de fotos) aplana los objetos, no hay sombra ni relieve. El resultado, al menos en mi caso, es el que comentaba: tropiezo con todas las benditas piedras.

Correr con la luz en la mano es muy incómodo, así que la solución pasa por diseñar (nada complicado) un sistema de iluminación para la cintura. Alguien ya lo ha hecho:

El invento se llama Sport Runner LiteBelt, de la casa GoMotion. Hay otras versiones para anclar en los tirantes de una mochila. Los veo todos un poco caros y algo aparatosos, pero creo que esta es la idea que debería imponerse por sentido común.

Las cualidades de la luz son las que son, y la iluminación frontal siempre tendrá los mismos problemas. La única solución pasa por desplazar el eje de iluminación.

Al menos eso creo, quizás me equivoque. Estaría bien conocer la experiencia de personas que entiendan mucho en esto de correr de noche…